La Importancia de que el empresario se formule las preguntas adecuadas y el rol del derecho concursal: una perspectiva jurídica y económica.
El empresario enfrenta constantemente una serie de decisiones críticas para la supervivencia y éxito de su negocio. En un entorno de mercado cada vez más competitivo y volátil, las empresas pueden atravesar periodos de insolvencia o de tensión de caja. En estos momentos, es fundamental que el empresario no solo entienda su situación real, sino que sea capaz de anticiparse. Una forma de hacerlo es tener un conocimiento completo y modelizado de su negocio como paso previo para explorar las herramientas legales disponibles para gestionar dichos riesgos. Entre ellas, el derecho concursal se presenta como una opción clave para la reestructuración y protección del patrimonio de la empresa desde el momento que se atisbe la dificultad en el horizonte.
Desde una perspectiva combinada legal y económica/financiera, este artículo se centra en la importancia de que el empresario se haga las preguntas adecuadas para evaluar su situación y las opciones que el derecho concursal puede ofrecer para afrontar una crisis financiera.
La evaluación de la situación financiera: preguntas clave para el empresario
Perspectiva financiera
Para cualquier empresario, uno de los primeros pasos para abordar una crisis es hacer un diagnóstico claro y preciso de la situación financiera. Desde la visión económica, las preguntas claves que debe formularse incluyen:
- ¿Cuál es mi flujo de caja real?
- ¿Tengo acceso a financiamiento suficiente para cubrir las deudas en el corto plazo? ¿Podré renovar el que tengo?.
- ¿Cuáles son mis activos y pasivos actuales, y cuál es mi grado de apalancamiento financiero?
- ¿Es mi negocio viable a largo plazo o estoy enfrentando una crisis estructural? ¿Qué márgenes estoy obteniendo?.
Este análisis permite identificar si los problemas financieros son coyunturales (problemas de liquidez) o estructurales (problemas de solvencia), y si existe una posibilidad real de revertir la situación.
Una evaluación honesta y detallada de estos aspectos es esencial para evitar decisiones apresuradas que podrían agravar la situación. Además, permite al empresario visualizar las alternativas, ya sea la renegociación de deudas, la venta de activos, o la búsqueda de inversores externos para inyectar capital fresco.
Perspectiva del abogado
Desde el punto de vista jurídico, las preguntas deben orientarse hacia el análisis del marco legal en el que opera la empresa. El empresario debe preguntarse:
- ¿Estoy cumpliendo con todas mis obligaciones legales y contractuales?
- ¿Qué derechos tienen mis acreedores, empleados y otros stakeholders en caso de que no pueda cumplir con mis obligaciones financieras?
- ¿Existe algún riesgo de responsabilidad personal para los socios o administradores en caso de insolvencia?
Estas preguntas son cruciales para entender el nivel de protección que ofrece el ordenamiento jurídico en casos de crisis y cómo actuar para minimizar el impacto legal en la empresa y sus administradores.
El derecho concursal como herramienta de gestión de crisis
El derecho concursal ofrece un conjunto de mecanismos que, bien aplicados, pueden ser la diferencia entre la liquidación de una empresa y su reestructuración exitosa. El objetivo principal de este cuerpo normativo es dar una salida ordenada a las situaciones de insolvencia, ya sea mediante la reestructuración de la empresa o, en casos extremos, su liquidación.
Para el empresario y para el profesional del derecho concursal y la insolvencia, el proceso concursal debe ser visto como un mecanismo para restaurar el equilibrio. Permite que los recursos sean reasignados eficientemente y que las empresas viables sigan operando, mientras que las que ya no tienen un futuro rentable sean liquidadas sin causar mayores daños a la economía.
El empresario debe considerar preguntas como:
- ¿Es posible renegociar la deuda con mis acreedores dentro del proceso concursal?
- ¿Existen medidas preventivas, como los acuerdos de refinanciación, que puedan evitar la liquidación de la empresa?
- ¿Cómo puedo maximizar el valor de la empresa en caso de que tenga que vender activos para pagar a mis acreedores?
Al plantear estas preguntas, se puede entender que el concurso no siempre debe verse como una medida extrema. De hecho, en muchas jurisdicciones existen procedimientos preconcursales, como los acuerdos de refinanciación o los convenios anticipados, que permiten reestructurar la deuda antes de llegar a una situación irreversible.
El derecho concursal tiene como fin proteger tanto a los deudores como a los acreedores, otorgando un marco de seguridad jurídica. Desde un enfoque jurídico, el empresario debe considerar las siguientes cuestiones:
- ¿Qué tipo de concurso es el adecuado para mi situación?
- ¿Puedo negociar con los acreedores sin que se inicie el concurso formal?
- ¿Qué implicaciones tiene el concurso en la administración de la empresa y el control de sus activos?
- ¿Cuál es el impacto del proceso concursal sobre las relaciones laborales y contractuales de la empresa?
El abogado debe guiar al empresario en el uso de las herramientas concursales de manera que se preserve, en la medida de lo posible, el valor de la empresa y se protejan los derechos de todos los actores involucrados. Además, debe garantizar que las decisiones se tomen en conformidad con la ley para evitar problemas futuros, como la responsabilidad por insolvencia fraudulenta o la calificación culpable del concurso.
La intersección entre economía y derecho en la gestión de la insolvencia
La interacción entre el enfoque económico y el jurídico es clave en el uso adecuado del derecho concursal. Mientras que la economía proporciona los datos y análisis necesarios para evaluar la viabilidad de la empresa, el derecho ofrece las herramientas que permiten llevar a cabo la reestructuración de forma ordenada.
Un empresario informado que se formula las preguntas adecuadas puede utilizar el derecho concursal no solo como un remedio de última instancia, sino como una herramienta estratégica para reestructurar su negocio, mejorar su situación financiera y proteger sus intereses legales.
Pedro Fernández Manso
Experto en LSO, asesoría empresarial, derecho concursal y reestructuraciones
Abogado Colegiado ICAO 5531
Economista Colegiado CEA 1441